Afrontar las alergias alimentarias con ecológico y sin miedo

Alimentos ecológicos: sanos y naturales.

El pasado domingo tuvimos la oportunidad de asistir a un evento organizado por la asociación andaluza de alérgicos Avanzax, donde aprendimos y enseñamos mucho a cerca de cómo es la vida para alguien que se arriesga a sufrir un choque anafiláctico por tocar un huevo.

Entre las más frecuentes destacan la alergia a la leche, al huevo y al gluten, predominando la primera. Un diagnóstico de alergia o de intolerancia a la lactosa (¡ojo: no confundir ambas!),  suele generar una reacción de pánico y miedo por el crecimiento en el caso de los niños, y de osteoporosis en el caso de la tercera edad.

El caso es que forzosamente hay que buscar una alternativa ,y en la mayoría de los casos esto  puede llevar, si se hace correctamente, a encontrar alimentos mucho más sanos que, de no ser por este diagnóstico, tal vez no se habría buscado. A la vez que se procuran alternativas donde encontrar los nutrientes necesarios, se buscan aquellos alimentos más naturales que no contengan nada que pudiese agravar la situación o generar nuevas alergias. Este es el motivo de que se suela recurrir al ecológico como elección segura y natural.

De hecho, cada vez son más los profesionales de la salud y la gastronomía los que apoyan esta iniciativa. Sin ir más lejos, el año pasado en la cuarta edición del Salón de Productos y Servicios para Alergias e Intolerancias Alimentarias (SalAIA) de Madrid, los chefs Joaquín Felipe, Jesús del Cerro y Javier Brichetto realizaron demostraciones en vivo de platos con seleccionadas materias primas ecológicas, especialmente adaptadas y pensadas para las personas afectadas por intolerancias alimentarias y alergias.

Volviendo a la preocupación por no poder tomar lácteos, cabe recordar que cada vez son más las personas que eligen no consumirlos por convencimiento personal, no por enfermedad, y que en la prehistoria, durante 100.000 generaciones, el ser humano nunca tomó leche y no tenía derivados de la soja como alternativa.

Hoy día existen muchos alimentos donde podemos encontrar los nutrientes que componen la leche. La naturaleza es sabia y tiene distribuidos todos los nutrientes esenciales para el hombre a lo largo de múltiples productos, incluso suficientes para no tener que usar productos industriales “sin lactosa”.

 

Productos naturalmente sin lactosa

–          Bebida de soja, arroz, avena, quinoa, kamut, almendras, avellana, espelta o chufa. La mayoría vienen ya enriquecidas en calcio.

–          Margarina de soja, mejor utilizar aceite de oliva virgen en su lugar, tempeh o tofu en sus diferentes formatos.

–          Crema de soja, almendra o coco como alternativa a la nata.

 

A tener en cuenta

–          Asegurar que se comen a diario alimentos con calcio .independientemente de la fuente de donde provenga.

–          Hacer ejercicio aeróbico y tomar alimentos con vitamina D favorece la absorción de calcio.

–          Los alimentos con mucho fósforo y fibra dificultan la absorción de calcio.

 

Cada vez hay más niños con alergias a los lácteos.

La alergia o intolerancia a lactosa o proteínas de la leche no debe suponer un problema nutricional.

 

Con respecto a aquellos que sin embargo no pueden consumir (bien por alergia o por intolerancia, que no son lo mismo) productos con gluten, el problema realmente es más cultural que nutricional. Socialmente están muy extendidos los productos con gluten, sobre todo por la textura y posibilidades culinarias que ofrece, pero nutricionalmente no aportan nada que no tengan otros cereales o alimentos.

Cereales naturalmente sin gluten

– Arroz, maíz, tapioca, quinoa, trigo sarraceno o alforjón, mijo, sorgo y amaranto.

– Los hidratos de carbono los podemos obtener también en verduras, frutas y legumbres.

 

En definitiva, con el conocimiento y el asesoramiento oportuno, son muchas las opciones que nos permitirán alimentarnos correctamente y sin sufrir deficiencias en el caso de sufrir alguna restricción alimentaria. Además, estas suponen muchas veces una oportunidad, para descubrir nuevas opciones en la cocina y llevar una vida más sana y más ecológica.