Convierte tus frutas y verduras ecológicas en refrescos y helados

Aunque aún parezca que estamos aterrizando en el verano  seguro que más de uno está cansado de escuchar que es importante tomar fruta y estar hidratado para combatir el calor.

Pues bien, ¡nosotros no vamos a ser menos! Aunque nos vamos a saltar las recomendaciones tradicionales y te vamos a dar ideas y opciones para que puedas hacerlo sin que te resulte  monótono. Si durante el verano es cierto que necesitamos incrementar la ingesta de agua y reponer sales minerales para evitar deshidratación causada por el calor, no lo es menos que puede resultar algo aburrido, pues por más que nos guste la sandía o el melón comerlo todos los días en una cantidad suficiente podría saturar hasta al más frutófilo.

Para esto os vamos a proponer varias ideas que puedan facilitar la toma de agua, frutas y verduras en formatos diferentes, como las aguas saborizadas, zumos, helados de fruta y, cómo no, gazpacho.


AGUAS SABORIZADAS

¿Sabes lo que es el agua saborizada? No es lo mismo que el agua de sabores que nos encontramos en los supermercados, pues estas llevan edulcorantes y saborizantes por un precio elevado, siendo algo muy sencillo de preparar en casa y mucho más sano si controlas tú los ingredientes:

Agua, pepino y limón: esta es un clásico y hace que el agua se convierta en un refresco sin calorías, con muchos nutrientes y mucho sabor. Basta con meter pepino y limón cortado en rodajas finas en una jarra con agua y dejarla unas horas en el frigo.

 

Agua con frutos rojos: menos habitual por la estacionalidad de estos frutos, pero dan lugar a combinaciones deliciosas como la frambuesa y el arándano negro. Estos frutos rojos también se encuentran en bolsas mezcladas o individuales congeladas que se pueden añadir en lugar de cubitos de hielo, tanto al agua como a zumos y ‘smoothies’ .

Agua limón y menta: para aquellos que no pueden irse de vacaciones a países tropicales o que simplemente tienen antojo de mojito, esta combinación te permite disfrutar sin límites de su sabor sin dejarte dolor de cabeza.


HELADOS  DE FRUTA

 

Son muy sencillos y una opción excelente para comer fruta satisfaciendo las ganas de helado a la vez.

Podemos hacerlos de dos maneras:

Para comer en el momento: teniendo la fruta que queramos congelada y luego triturándola. La textura que vamos a obtener va a depender del tipo de fruta que usemos. Si añadimos sandía, melón o limonada, obtendremos texturas más acuosas, parecidas a un granizado.
Si optamos por frutas más secas como plátano, melocotón, albaricoque o caqui, obtendremos una textura más cremosa. Si lo queremos todavía más cremoso para hacer un helado, podemos añadir cualquier tipo de leche o yogur.

Para tener en el congelador: hay muchos formatos de plástico para hacer helados caseros con forma de calipo, polo u otros. Aquí puedes hacer las mezclas que más te gusten, solo tienes que triturar y meter en el molde. Las más populares son piña y plátano, sandía sola, melón solo o con pera, kiwi, caqui o melocotón con yogur o leche, y en definitiva cualquier combinación que te guste o apetezca experimentar.

Recuerda que la fruta es dulce de por sí y no hace falta añadir ninguna clase de azúcar. Puedes darle toques exóticos con canela, cacao en polvo, maca o lúcuma (esta última también confiere dulzor natural).

La lúcuma,  por ejemplo, es un fruta tradicionalmente consumida en Ecuador y Perú, aunque hoy día su consumo está muy extendido en forma de polvo (considerado superalimento). Además de su rica composición nutricional, es muy usada en postres por su exótico sabor que recuerda al chocolate y dulce de leche.

Un helado para los momentos más indulgentes puede ser con plátano, lúcuma y leche de avena o normal entera. ¿Te atreves?

Con la maca debes de tener cuidado. Si te excedes en la dosis podrías encontrar efectos inesperados que los indígenas buscaban tradicionalmente en esta raíz andina, pero que habitualmente no le pedimos a un helado

 


GAZPACHOS DE COLORES Y SABORES

 

Gazpacho rojo y verde

Aunque llegados a este punto el gazpacho puede parecer poco novedoso, seguro que sus variaciones sí que pueden llegar a serlo. Siempre partiendo de la base tradicional se puede reducir la cantidad de tomate para añadir otros ingredientes, como la fresa. la cereza o la sandía.

Otra versión algo más diferente es el gazpacho de pepino:

– 1 o 2 dientes de ajo (al gusto)

– 250 gramos de pepinos pequeños (no más de dos piezas)

– 1 yogur natural

– 50 g de nueces peladas

– 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (20 g)

– sal

– ½ litro de agua fría

 

Para cuando no hay tiempo o no hay ganas, recuerda que en Biosabor tenemos una amplia gama de gazpachos ecológicos de sabor tradicional y materia prima de primera calidad, para que puedas nutrirte y refrescarte en cualquier momento y en cualquier lugar.

Ahora ya tienes más herramientas ecológicas para seguir disfrutando del verano sin culpa y sin miedo a coger los típicos y molestos kilos de después del verano.